Welcome to my blog, hope you enjoy reading
RSS

domingo, 19 de enero de 2014

[Capitulo 3] Amor Ajeno



“La magia de tus ojos, la calidez de tus labios”


Aunque toda la noche suplique por que solo se tratase de un sueño, mis suplicas cayeron en un pozo vacío, abrí los ojos y yacía yo recostado sobre la cama de esa mujer, me levante y intente ponerme de pie pero no puede moverme, aun su mano sostenía la mía, así que solo me quede sentado sobre aquella cama, quien diría que llegaría el día en que yo estuviera en la misma cama con esa mujer, el destino nos tiene cada sorpresa en el camino.
El sonido de un celular hizo que ella empezara a moverse, torpe! Me dije a mi mismo al darme cuenta que ese era ahora mi celular. 


  • -          Hey! Se puede saber donde andas? – era yo o mejor dicho Vanness

  • -          En casa de Anaile – pude escuchar su risa burlona

  • -          Vaya brother por lo visto hubo reconciliación, al parecer ESA no tiene amor propio, mira que perdonarte – el término “esa” empezaba a fastidiarme, que horrible se oía, que horrible me oía

  • -          Vanness te pido que por favor no te refieras a ella de esa forma – se rio a carcajadas, no entendía porque esa actitud tan grotesca de su parte, no entendía cómo fue que me convertí en un ser tan despreciable

  • -          Evans si tanto te molesta entonces cómo pudiste ponerle los cuernos? – abrí los ojos de par en par

  • -          Que estás hablando? 

  • -          Mira no se a que estés jugando con ella pero me da igual, total sabes de sobra lo mal que me cae, pero engañarla con TU mejor amiga? Y encima siendo ella  casada! Vamos brother sabemos que Luna es hermosa pero es “CASADA”

  • -          Hablamos luego, arréglatelas solo si…

Apague el celular, aun no podía creer todo lo que había escuchado, Evans y Luna?, Dios con razón esta mujer está destrozada, pero y ahora que hago  teniendo en cuenta que ahora yo soy Evans?, mire el techo blanco de aquella habitación y suplique una vez más a Dios terminara con mi castigo, no porque odiara a esta mujer sino porque no sé cómo lidiar con lo que viene, pero lo que no entendía era como yo, al diablo, lo que no sabía era como Vanness se había enterado de algo que supuesta mente no es de interés público.
Estaba tan sumergido en mis pensamientos que me había olvidado donde y con quien estaba, fue cuando soltó mi mano que volví a la realidad y me vi en una situación tan difícil.


  • -          Era Vanness cierto? – peguntas aun recostada sobre la cama evitando verme a los ojos

  • -          Escuchaste? – pregunte temeroso

  • -          Algo – te bajaste de la cama y te acercaste a tu closet, buscaste debajo de unas prendas y sacaste unas fotos que me mostraste y las que al ver me dejaron en shock, esto era… – sabes, ayer te fuiste antes que te las mostrara, me tildaste de loca cuando te dije que tenía pruebas de que estabas engañándome, y si bien entiendo que Luna es tu amiga, tu mejor amiga, creí que entendías que era “amiga” y no algo mas, creí que yo era importante para ti, pero esas fotos si bien no muestran nada malo, tu las negaste, negaste que te hubieras visto con ella, mentiste, mentiste al decirme que esa noche estuviste en una junta, y como dijo ahora tu amigo, no se a que estés jugando, solo te pido que seas honesto contigo mismo, no mas mentiras…

  • -          Estas fotos… - la sorpresa al ver las fotos acompañadas de mi podrida personalidad hicieron que nuevamente mi boca sea más rápida que mi mente – las tomaste tu? De ser así quiere decir que me seguiste? Vaya… vaya – me mordí la lengua para no seguir hablando, sabía que estaba por empeorar las cosas

  • -          No, no te seguí, no las tome yo, me las enviaron, no sé quién y con qué propósito, solo llegaron a mi casa, de la mismo forma misteriosa que llego ese anónimo hace ya 1 año, recuerdas? – te mire sin poder entender a que te referías, recordé algo que tu nana me había dicho, hace 1 año?, Evans había hecho algo parecido hace 1 año atrás?. – pero no quiero recordar el pasado, porque para mí eso ya es parte del pasado, mas no esto, pero tranquilo que como tu amigo dice no tengo amor propio, debo amarte en demasía como  para importarme poco todo esto.


Sus palabras, sus gestos, sus ojos, me había perdido observándola fijamente, tanto lo amas?, tanto como para perdonarle que te mienta? Pero como dices en esas fotos no hay nada malo, lo malo fue que te mintiera, nuevamente tuve la necesidad de abrazarte, era como si me pidieras a gritos que lo hiciera, me acerque torpemente y te abrace.


  • -          Perdóname, no sé cuánto daño te eh hecho y te estaré haciendo, pero perdóname por favor – se sentía tan extraño tenerte entre mis brazos, más extraño  aun fue que me vieras fijamente a los ojos, tus ojos eran…

  • -          Porque te reprimes tanto? – preguntaste mientras me veías con esos ojos que me tenían embelesado – ella… - dijiste mientras te acercabas mas a mi – te gusta más que… -  no pude contener mas estas ganas de besarte y así lo hice, un beso cálido, como si quisiera descubrir tantas cosas con este beso,  el beso culmino y yo aun no podía abrir los ojos, se que eh deseado que este sueño se acabe pero ahora mismo deseo que dure un poco más, pensé; abrí lentamente los ojos y ahí estabas tú frente a mí, mirándome fijamente, me perdí en tu mirada, ahora entiendo porque Evans dice que tus ojos son mágicos, me acerque lentamente, si era un sueño debía al menos disfrutar del mismo, si bien un beso sigue siendo un beso, si bien una mujer sigue siendo sea quien sea una mujer, en tu caso eras una mujer ajena a mí con la cual pude sentir calidez en un beso, algo que no había sentido antes con ninguna otra mujer.

Si bien como hombre poseer el cuerpo de esta mujer seria glorioso, me contuve, contuve las ganas y deseos que sus labios me transmitían, me contuve porque ella no era mía, pero aun así no pude evitar poseer sus labios repetidas veces.
Al parecer ella había optado por perdonar a Evans, tras la calma de una cálida reconciliación ella me pidió que bajáramos a comer algo, no me negué, no pude negarme.
En la cocina estaba su nana, quien al vernos no pudo evitar esbozar una sonrisa y yo no pude evitar sentirme extraño al verme en esta situación.


  • -          Mi niña le prepare una sopita – esa mujer miraba con adoración a  Anaile, si, así la llamare a partir de ahora, dejo de ser “esa” para mí.

  • -          Gracias Ivonne

  • -          Ah por cierto para el joven Evans le agregue 1 huevo batido como de costumbre

  • -          Ivonne  me pondré celosa al ver como lo consientes más que a mi

  • -          Mi niña que dice – dijo la mujer horrorizada, yo mire a Anaile y nuevamente me perdí en sus ojos

  • -          El trabajo de consentirlo es solo mío – Dios, dime como pude odiarla antes? – no es así mi amor?

  • -          Eh? -  yo estaba absorto en su mirada, tanto que no pude evitar robarle un beso – sabes… - tenía que volver a la realidad si esto seguía así terminaría mal – come tu sopa que se enfría

  • -          Aishhh siempre requintándome como si fuera una niña – dijo haciendo un puchero, la mire y sonreí, eras tan diferente, tan especial, tan ajena a mí…


0 comentarios:

Publicar un comentario