[Capitulo 1] Amor Ajeno

“Un cuerpo y una vida ajena”

El despertador suena, aquel molesto sonido retumba en mi cabeza de manera incesante, me giro sobre aquella cama buscando al culpable de interrumpir mis sueños, mientras tontamente intento seguir conciliando el sueño, luego de apagar el despertador poco a poco me doy cuenta de que algo anda mal, despertador? Jamás eh tenido uno por lo molesto que resultan ser, abro torpemente los ojos, todo se divisa diferente por lo que froto suavemente mis ojos tratando así de aclarar el panorama que tenia frente mío, me di cuenta de que nada de lo que estaba a mi alrededor era mío, me levante de golpe de aquella cama, esta era la habitación de Evans, que hacía yo aquí?, sacudí la cabeza tratando de recordar que había pasado la noche anterior y por más que pensé y pensé no logre recordar nada fuera de lo normal, estire mis manos frente a mí para ver si había señal o algo que me hicieran recordar pero… ¡NO! Grite espantado mientras corrí al baño para verme al espejo lo que vi me asusto, NO ERA YO. Grite como nunca antes, esto debía ser una pesadilla, tenía que ser una pesadilla.

Como un baldazo de agua fría fue lo que sentí cuando me vi entrando a mi habitación con un rostro de preocupación y mirándome inquietamente

• -          Te paso algo malo? – era mi voz, eran mis gestos, ese era yo
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• -          Dime que es una pesadilla
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• -          Vaya al parecer la peleíta con esa tipita te ah puesto peor de lo que imagine – esas eran mis palabras
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• -     Esto es una locura, no puede estar pasando, dime que no es verdad – vi un gesto de extrañeza y NOOO me estaba mirando a MI!
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• -          Evans dime qué fue lo que hizo esa tipa, estas demente amigo, te pasa algo malo?
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• -          Pasa que – negué con la cabeza, esto nadie lo creería así como YO no terminaba de creer lo que estaba viviendo, tontamente quería creer que se trataba de un sueño.
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• -       Bueno en vista que estás imposibilitado de asistirme hoy creo que debo darme prisa para cumplir con todo lo pactado en la agenda – te vi fijamente, era YO, pero si ese era yo porque estaba aquí en tu cuerpo
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• -          Eso quiere decir que yo soy Evans no? – me miraste sorprendido y asustado
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• -         Brother me estas asustando, no sé qué problemas hayas tenido anoche con ESA pero por favor soluciónalos YA, porque estas actuando muy raro y mira que solo a pasado 1 día de tu pelea con esa, no me imagino que podría suceder de pasar más días – escuchar mis propias palabras era tan desagradable, de verdad me oía como un patán
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• -        Vanness – hablarme a mí mismo era tan raro – puedes arreglártelas solo? Como veras no me siento bien y no sería de buena ayuda para ti el día de hoy
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• -          Si amigo, descansa y más tarde hablamos, contéstale el celular que de seguro debe ser ella quien te está llamando – lo mire confundido – hay hombre tu celular, que no te has dado cuenta que hace rato está sonando, debe ser ESA que ya se dio cuenta de que se porto mal y te está llamando, por amor de DIOS soluciónalo Ya porque no te aguanto un día mas con esa expresión de no saber quién eres y en qué mundo vives.
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• -         Ah si mi celular – cogí el celular que yacía sobre aquella cama, tan diferente al mío con un sonido que jamás podría asociar a mi persona, vi en la pantalla más de 20 llamadas perdidas de “Mi Princesa”?. DIOS si esto es un castigo por la mala FE que le tengo a esa mujer por favor que acabe ya
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• -          No piensas contestarle? Ah ya se, quieres que te deje solo – me miro con una sonrisa llena de picardía – bueno te dejo solo, iré a cumplir con mi agenda, cuídate y hablamos más tarde – un guiño pícaro de su parte para luego salir de la habitación y dejarme solo con aquel celular en la mano y una nueva llamada entrante de aquella mujer.

Mire fijamente aquel celular, sacudí la cabeza aun sin poder entender todo lo que estaba ocurriendo, ahora yo era Evans? O mejor dicho estaba dentro del cuerpo de Evans? NO! está claro de que se trata de una pesadilla la cual debe terminar pronto porque ya empezaba a asustarme.

Me di un baño mientras trataba de entender lo que venía ocurriendo pero ni el agua fría lograron que se aclarara el panorama, no sé cuánto tiempo estuve bajo el agua, solo sé que tenía que salir de esta habitación, de esta casa y buscar respuestas.

Baje las escaleras a toda prisa, todo estaba tal cual lo recordaba la noche anterior, revise el periódico que yacía sobre la mesa de la cocina, como cada mañana revise el horóscopo del día, lo que leí solo termino por confirmar que empezaba a vivir una larga y tortuosa pesadilla. “ten cuidado con lo que deseas, hay deseos que pueden transformar tu vida”.